“¿Cree que El Salvador cuenta con las condiciones necesarias para recibir a migrantes indocumentados?, preguntó una encuesta en línea del diario La Prensa Gráfica.
El 88 por ciento de casi 700 personas que respondieron a la consulta dijeron que no y un 12 por ciento opinó que sí.
Según declaraciones del presidente Donald Trump, “tampoco queremos a esta gente en nuestro país. No los queremos en nuestro país. Si tuviéramos la opción, si tuviéramos la opción de sacarlos y dejarlos radicados en algún otro país a una fracción del costo”, explicó en referencia a una propuesta de Nayib Bukele.
El acuerdo de «tercer país seguro» es un plan que permite a Washington deportar a inmigrantes a otros Estados para que soliciten asilo en ellos.
El objetivo de este acuerdo es reducir el número de personas que pueden pedir asilo en Estados Unidos.
El gobierno de Donald Trump firmó acuerdos de «tercer país seguro» con El Salvador, Guatemala y Honduras en 2019. Sin embargo, la administración de Joe Biden suspendió estos.
Los acuerdos de «tercer país seguro» son criticados por algunos porque las naciones que reciben a los inmigrantes no son consideradas seguras.
Entre los presuntos objetivos de la gira del secretario de Estado, Marco Rubio, estaba la idea de revivir esos planes, que según críticos como el secretario general del partido Frente Farabundo Martí parala Liberación Nacional (FMLN), Manuel Flores, convertirán a su país en «traspatio y basurero de los estadounidenses».
El tema migratorio se mantiene hasta hoy como una constante en la gira de Rubio por la región, donde es evidente que logra “torcer el brazo” de gobernantes con amenazas.
En el caso de los salvadoreños es obvio. El país tiene una gran dependencia de la nación norteña. Allá viven entre legales e indocumentados casi tres millones de salvadoreños. El principal destino de las exportaciones es el mercado del norte y a la vez es el principal importador.
Más aún, el llamado Pulgarcito de las América recibe casi la cuarta parte de su producto interno bruto (PIB) de las remesas, que en el 2024 superaron los ocho mil 400 millones de dólares, más del 90 por ciento procedente de territorio estadounidense.
Para aumentar los males al menos 234 mil nacionales están protegidos de no ser expulsado por un TPS (Estatus Protegido Temporal) que puede ser derogado por la actual administración, aunque la actual embajadora de Bukele ante la Casa Blanca, Milena Mayorga dijo que “no hay una noticia de terminación”.
Si bien el presidente Trump prometió frenar la migración e incluso ya canceló el TPS para los venezolanos, aún no hay noticia de terminación para los salvadoreños en ese país.
Lo real, y aun cuando no se habla de las interioridades del encuentro de Bukele con Rubio, es que, al parecer, las presiones “amigables” estuvieron presentes, algo que no se descarta sea una constante en Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, puntos donde también estará Rubio.
La zanahoria irá de la mano, por ejemplo Rubio, ofreció este martes a Costa Rica apoyo para enfrentar el «chantaje» de empresas chinas, antes de seguir su viaje a Guatemala, uno de los últimos apoyos de Taiwán. Detrás está el garrote.
Lo evidente, es que en la prioridad del presidente Trump está deportar a los migrantes indocumentados pero, la presencia China en América Latina es una parte importante del “arroz con pollo”.
oda/lb