La decisión de Washington solo busca ejercer una mayor presión sobre la nación persa al obstaculizar las relaciones comerciales legales con sus socios económicos, declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores, Esmaeil Baqaei.
Según remarcó, las autoridades iraníes responsabilizan a la potencia norteña por “las consecuencias de estos actos unilaterales y de intimidación”.
La Administración de Trump aplicó ayer jueves nuevas sanciones contra el sector petrolero de este país, lo cual incluye a entidades, barcos e individuos de distintas jurisdicciones, incluida China, la India y Emiratos Árabes Unidos.
El pasado martes del jefe de la Casa Blanca firmó un memorando para ordenar al Tesoro y a otras agencias norteamericanas que aplicaran la máxima presión económica sobre Irán, con la falaz justificación de frenar el desarrollo armas nucleares.
Durante su primer mandato (2017-2020), Trump ya aplicó su política de “máxima presión” y abandonó en 2018 de manera unilateral el pacto nuclear de 2015 que establecía los compromisos de Teherán en relación con su programa atómico cambio del levantamiento de las sanciones de Occidente.
El mandatario conjuga ahora medidas punitivas y sugerencias de establecer un “acuerdo de paz nuclear verificado” para saldar las diferencias, pero el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, advirtió este viernes que mantener conversaciones con Estados Unidos “no es sabio, no es inteligente y no es honorable”.
Según recordó, “Irán negoció con EE.UU hace años, se alcanzó un acuerdo, pero los americanos lo rompieron”.
Con el acuerdo de 2015, consideró, Teherán “realizó concesiones, cedió, pero no logró los resultados esperados”.
Las negociaciones con Estados Unidos, alertó, no resuelven los problemas del país: “No nos dejen engañarnos, no nos hagan pensar que, si nos sentamos a la mesa de negociaciones con ese gobierno, ciertos problemas se resolverán. No; ningún problema se soluciona negociando con EEUU. ¿La razón? ¡La experiencia!”, aseveró.
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