«Será una celebración muy especial, para conmemorar el aniversario del partido que construyó una larga historia de lucha por los derechos del pueblo, de defensa de la democracia y de construcción de un Brasil más justo», reza un comunicado del PT.

Bajo el lema «Raíces en la gente. Ojos en el futuro», la conmemoración se caracterizará el día 21 por debates relevantes, cultura, gastronomía y una gran fiesta popular.

Entre los temas centrales del evento estarán la agenda socio ambiental con la mesa «A COP30 (Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima) y el desarrollo inclusivo».

También se discutirá sobre las experiencias del campo progresista latinoamericano en «La construcción del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en México y el Frente Amplio de Uruguay».

Para el día 22, Lula asistirá al acto político por el aniversario, junto con dirigentes, representantes de partidos aliados y movimientos populares.

El PT fue fundado por un grupo heterogéneo, formado por militantes de oposición a la dictadura militar (1964-1985), sindicalistas, intelectuales, artistas y católicos vinculados a la Teología de la Liberación, el 10 de febrero de 1980, en el Colegio Sion, en Sao Paulo.

La organización política fue fruto del acercamiento entre los movimientos sindicales de la región del ABC Paulista.

Desde su creación, el partido, el más grande de izquierda de Latinoamérica, asumió la defensa del socialismo democrático y ha dejado una huella profunda en el escenario político brasileño, simbolizando la lucha por la inclusión social, la justicia redistributiva y la participación activa de los sectores populares.

Al cumplir 45 años, el partido se enfrenta a una serie de retos que marcan el camino hacia su renovación y relevancia en un panorama político complejo y cambiante.

La creciente polarización en el gigante sudamericano exige al PT un esfuerzo por recuperar espacios de diálogo y consenso.

Superar las divisiones ideológicas y buscar alianzas estratégicas será fundamental para consolidar una agenda progresista capaz de abordar las demandas de una sociedad diversa y fragmentada.

Aunque el PT figura como pionero en la implementación de políticas sociales, Brasil sigue siendo uno de los países con mayores índices de desigualdad en la región.

El reto consiste en diseñar e implementar modelos de desarrollo que integren el crecimiento económico con la redistribución de la riqueza, garantizando que las políticas públicas beneficien a los sectores más vulnerables.

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