Al hablar en nombre del MIU, Mejía transmitió a la prensa la preocupación de su organización respecto a la soberanía de Dominicana, la cual considera está lacerada.

Se refirió a la manera en que el Gobierno del presidente Luis Abinader manejó varios temas con el secretario norteamericano de Estado, Marco Rubio, durante su reciente visita a este país como parte de su primera gira internacional.

En ese sentido, mencionó que, en la rueda de prensa conjunta con el gobernante, el jefe de la diplomacia norteamericana señaló al referirse a la Cumbre de las Américas, a celebrarse en diciembre próximo en Punta Cana, que «haremos todo lo posible para su éxito”, como si Estados Unidos «fuera el dueño o anfitrión del cónclave».

«Esperamos unir a todos los países democráticos de la región”, dijo Marco Rubio, «lo cual deja entrever que a aquellos que Washington no extienda el salvoconducto correspondiente, por ejemplo, Cuba, Nicaragua y Venezuela (…) corren el peligro de no ser invitados», advirtió el MIU en un comunicado leído este lunes.

De acuerdo con la agrupación de izquierda, en la ronda de preguntas y respuestas de dicha rueda de prensa, Rubio mostró, una vez más, su propensión a mentir.

«Dejó en el aire la posibilidad de que, de excluirse a algunos países por la presión de los Estados Unidos, el foro podría naufragar».

Mejía planteó que Rubio insinuó los países que no deben participar por el hecho que son contrarios al sistema político norteamericano y recordó que la Cumbre celebrada en los Ángeles fue excluyente.

Si hay una Cumbre de los países de Iberoamérica todos, sin excepción, deben participar, manifestó el dirigente político.

Además, sostuvo que el hecho de que un secretario de Estado visite la República Dominicana y coloque un sello en un avión de otra nación para confiscarlo, en este caso de Venezuela, también lacera la soberanía nacional y ningún gobierno debe permitirlo.

El MIU consideró que con esta acción el enviado de Donald Trump «reforzó su pretendida imagen de verticalidad y de desafío a otras naciones, como señal de la guerra contra naciones soberanas que, como Cuba, Nicaragua y Venezuela, ni se rinden ni se venden al imperio».

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