Durante una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Paulo Rangel, el mandatario Aoun reiteró el apoyo inquebrantable de Líbano a la Iniciativa de Paz Árabe de Beirut (2002) que planteó el establecimiento de un Estado palestino, con Jerusalén Oriental como la capital.
El jefe de Estado libanés reafirmó la postura del país contra cualquier acción que viole los derechos de los palestinos, consagrados en las resoluciones de las Naciones Unidas.
Aoun también instó a Rangel a presionar a los países de la Unión Europea para ejercer presión sobre Israel con el propósito de que cumpla la fecha límite del 18 de febrero para su retirada del sur de Líbano.
Más tarde, el presidente Aoun mantuvo conversaciones con el ex primer ministro Najib Mikati sobre la situación actual, centrándose en particular en la esperada retirada israelí del sur.
En la ocasión, Mikati enfatizó la importancia de que el gobierno cumpla con sus compromisos y enfatizó que es esencial honrar las promesas realizadas y el juramento del cargo.
También, el jefe de Estado libanés discutió por separado con los ex titulares de gobierno Fouad Siniora, Tamam Salam y Saad Hariri los acontecimientos en el país, con énfasis en la necesidad de respetar la Constitución, implementar el Acuerdo de Taif y aplicar la Resolución 1701 de la ONU.
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