Al encabezar aquí el homenaje a su padre Rafic Hariri en el 20 aniversario de su asesinato, el exjefe de gobierno honró a los mártires de todas las regiones: del sur, de la Bekaa, de Beirut y del suburbio.

Desde la Plaza de los Mártires en el centro de Beirut, Hariri expresó: «Me siento orgulloso de la solidaridad que demostraron cuando abrieron sus hogares a los desplazados, demostrando que Líbano y su pueblo están unidos».

Rodeado de seguidores, el político sunita afirmó su apoyo al presidente, al gobierno y a todos los esfuerzos para reconstruir un Estado funcional y restaurar el papel de Líbano en el mundo árabe y a nivel mundial.

En la ocasión, respaldó al Estado y al ejército nacional, así como todos los esfuerzos para hacer cumplir la plena implementación del alto al fuego y la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, incluida la eliminación de la ocupación israelí de todas las aldeas restantes.

Al renovar el compromiso con el legado de su padre, subrayó: «éste es el Movimiento del Futuro, y sus partidarios, los seguidores de Rafic Hariri, los apoyarán, representando su voz en cada desafío nacional y en cada próximo hito”.

Saad Hariri declaró su inquebrantable solidaridad con el pueblo palestino y su justa causa, en defensa de sus derechos y una solución de dos Estados.

Autoridades, dirigentes, políticos y simpatizantes evocaron este viernes el legado del mártir Rafic Hariri, considerado uno de los artífices en la reconstrucción de Líbano después de la guerra civil (1975-1990).

El 14 de febrero de 2005, en Beirut, una bomba de alto poder acabó con la vida del exjefe de gobierno sunita (1992-1998 y 2000-2004) y de otras 21 personas, algunos, parte de su escolta y otros eran transeúntes casuales.

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