Un informe de SEG Ingeniería, que toma en cuenta datos de la empresa estatal de electricidad, UTE, consigna que en enero Uruguay importó energía eléctrica por encima del total de los 18 meses previos.
Las altas temperaturas multiplicaron aquí el uso de equipos de refrigeración y aires acondicionados.
En el primer mes del año el país adquirió 79 GWh, siete por ciento de la demanda de ese período.
La cifra está lejos del pico registrado a mediados de 2023 cuando la importación superó el 30 por ciento de la demanda, en medio de una fuerte sequía. El récord de compra en más de 18 años ocurrió en marzo de 2023, cuando 333 GWh fueron importados ante ofertas más económicas de Brasil.
Las importaciones ocurren a pesar de que Uruguay produce electricidad a partir de fuentes renovables, en particular la energía hidráulica y la biomasa.
Para UTE es más barato, en momentos de pico del consumo, importar la energía desde Brasil que encender sus termoeléctricas, que utilizan combustibles fósiles, además importados.
Entre tanto, Uruguay y Brasil firmaron un acuerdo para optimizar la transmisión de energía eléctrica mediante mejoras en la interconexión.
«A partir de ahora, la potencia para el flujo de energía será muchísimo mayor, de entre 150 y 500 megavatios por hora», destacó la ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio.
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