Según diversos medios periodísticos, el instituto armado incrementó los operativos en toda la región con supervisión del alto mando del instituto armado, precisó el jefe de la Unidad Departamental de Policía (UDEP-15), comisario Cristian Nolasco.
“Había que tomar medidas, por lo que se habló con las autoridades municipales para decretar el cierre de negocios en la zona para evitar que sigan los hechos violentos”, explicó el uniformado.
Destacó la presencia en el citado municipio -el más grande de la nación centroamericana- del director de la Policía Nacional, Juan Aguilar, quien ha estado planificando estrategias para frenar la tensión.
Los primeros hechos, que mantienen en zozobra a la población, ocurrieron el pasado viernes, cuando cuatro personas fueron asesinadas y dos más resultaron heridas en un expendio bebidas alcohólicas.
En el tiroteo murió un ganadero muy conocido de la zona, por lo que sus hombres también buscan justicia por su propia mano, y para evitar otro derramamiento de sangre se tomaron medidas, remarcó el comisario policial.
Durante la tarde del sábado, dos ciudadanos perdieron la vida y tres quedaron con lesiones en una nueva balacera, que tuvo como foco otra cantina de Catacamas.
“Estamos viendo que están atacando todas las cantinas y bares, aparentemente algunos puntos donde se distribuye droga”, advirtió Nolasco, tras llamar a la población a colaborar con las autoridades proporcionando información.
En consonancia con una petición de la Policía, las autoridades municipales decretaron el cierre de los negocios de venta de bebidas alcohólicas durante 24 horas, aunque la decisión podría extenderse para evitar una escalada en los enfrentamientos.
Por último, el jefe de la UDEP-15 denunció la presencia de “unos sicarios sueltos tirando en contra de las personas en bares y cantinas de manera cobarde, porque no están atacando a gente armada, sino a gente desarmada”.
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