Según el proyecto, el aprovechamiento de las fuentes renovables también expandirá su aporte a la matriz energética del país, al pasar de casi un 23 por ciento en la actualidad a un 40-50 por ciento hacia 2040, mientras el empleo del carbón tendrá un marcado declive.

La visión del Ejecutivo sustenta el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 70 por ciento en relación con los niveles de 2013, en el transcurso de los próximos 15 años.

Dichas proyecciones forman parte de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas, cuya actualización responde a las exigencias de Naciones Unidas tomando como base el Acuerdo de París sobre cambio climático.

El plan reemplaza la versión actual establecida en 2021 y propone aumentar el uso de las energías renovables hasta cubrir la mitad de las necesidades eléctricas para 2040, al tiempo que maximiza el uso de energía nuclear para satisfacer la creciente demanda eléctrica del sector tecnológico y los desarrollos de la inteligencia artificial.

La energía nuclear representó el 8,5 por ciento del suministro energético de Japón en 2023, por lo que el plan del Gobierno contempla la construcción de reactores de nueva generación.

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