El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Guo Jiakun reiteró que Beijing defenderá firmemente su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo.
«Esperamos que Estados Unidos trabaje con China en la misma dirección, implemente conjuntamente el importante consenso alcanzado por los dos jefes de Estado y promueva el desarrollo estable, saludable y sostenible de las relaciones», agregó.
Los vínculos bilaterales atraviesan por un momento de renovadas tensiones comerciales y diplomáticas luego de la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
China rechazó la víspera la modificación realizada por el Departamento de Estado estadounidense en la ficha informativa sobre las relaciones entre Washington y Taiwán.
Según la Cancillería, esta acción representa un retroceso grave en la posición de Washington respecto a Taipei y envía «señales equivocadas» a las fuerzas separatistas en la isla.
Además Beijing rechazó las críticas sobre la supuesta «agresión económica» china y las actividades en el Mar Meridional del gigante asiático, que fueron mencionadas en un comunicado conjunto posterior a la cumbre entre Trump y el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba.
Por otro lado, en respuesta a las medidas arancelarias de Washington, China implementó gravámenes adicionales a productos importados de Estados Unidos.
Desde el 10 de febrero se aplican aranceles del 15 por ciento sobre el carbón y el gas natural licuado, mientras que el petróleo crudo, la maquinaria agrícola y otros productos estarán sujetos a un 10 por ciento de tarifa adicional.
Wang Yi subrayórecientemente que la política de Beijing hacia Estados Unidos se caracteriza por su estabilidad y coherencia, basada en los tres principios propuestos por el presidente Xi Jinping: respeto mutuo, convivencia pacífica y cooperación ganadora.
Sin embargo, advirtió que si Washington insiste en reprimir o contener al gigante asiático, Beijing responderá con firmeza ante cualquier acto unilateral o abusivo.
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