El Ejército congoleño continúa cediendo terreno y los rebeldes avanzan por la provincia, pues ya conquistaron la importante localidad de Ndoluma tras la retirada de los soldados de Mutongo, Mambasa y Kanyambi.
Fuentes de la sociedad civil de la región indicaron que los enfrentamientos continuaron en Lubango, mientras un refuerzo militar estaba en camino desde Beni para fortalecer la línea defensiva alrededor del centro de Lubero.
El M23 tiene control sobre las capitales de Kivu Norte y Kivu Sur, Goma y Bukavu, respectivamente, así como sobre otras importantes ciudades en ambos territorios. Lubero y Uvira parecen ser los próximos blancos de los insurgentes, que también tienen dominio sobre los aeropuertos y la navegación en el lago Kivu.
La RDC ha denunciado esta ofensiva como una amenaza a su soberanía e integridad territorial, teniendo en cuenta el respaldo de Ruanda al grupo armado, tanto en hombres como en armamento, logística, tecnología e inteligencia.
Para el Gobierno congoleño Kigali solo busca apoderarse de las enormes riquezas minerales del este del país, sin las cuales su economía se vería maltrecha, según expresó la víspera el ministro congoleño de Minas, Kizito Pakabomba.
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