“La buena noticia es que vemos un espíritu de determinación y resolución en todo el Partido, el sistema político y el pueblo”, subrayó al encabezar una Conferencia Gubernamental con las localidades para implementar las conclusiones del Comité Central y las resoluciones de la Asamblea Nacional y el Gobierno sobre el crecimiento económico.

Minh Chinh señaló que la situación mundial y regional evoluciona de manera rápida e impredecible, y las tareas para 2025 son numerosas, muy pesadas, y están entrelazadas con oportunidades y ventajas, pero también con muchas dificultades y desafíos.

En ese sentido, y según reseñó el periódico electrónico gubernamental, remarcó que para poder alcanzar los objetivos propuestos debe trabajarse con el espíritu de “el Partido dirige, el Gobierno está unido, la Asamblea Nacional está de acuerdo, el pueblo apoya y la Patria espera. Entonces sólo hay que discutir la acción, no retroceder”.

Recordó que desde 2021 hasta ahora, aunque la situación mundial cambia rápidamente y de manera complicada e impredecible, la economía nacional, altamente abierta, modesta en escala, y limitada en resiliencia y adaptabilidad, está en proceso de transformación.

Advirtió, sin embargo, que aun cuando los resultados son muy valiosos y las tendencias son todas positivas,” no debemos en absoluto ser negligentes, subjetivos, perder la vigilancia, ni dormirnos en los laureles”.

Debemos seguir mirando a lo lejos, pensar profundamente y hacer grandes cosas para que el país se levante, se desarrolle rápidamente, de manera sostenible, se vuelva rico, fuerte, civilizado, próspero, y la gente sea cada vez más feliz y acomodada, manifestó.

El jefe de Gobierno vietnamita insistió además en la necesidad de seguir innovando en el pensamiento y las formas de hacer para crear un nuevo impulso de desarrollo, fomentar la innovación y la creatividad, y promover el espíritu de solidaridad, unidad, valentía, voluntad, resiliencia, y no ceder ante ninguna dificultad o desafío.

En otra parte de su intervención Minh Chin recalcó la importancia de mantener un crecimiento alto y sostenido hasta 2045 para superar la trampa del ingreso medio y alcanzar los objetivos estratégicos del país.

Pero este crecimiento debe ser sostenible y asegurar la estabilidad macroeconómica, el control de la inflación, la promoción del progreso social, la equidad, el bienestar y la protección ambiental, sin sacrificar la justicia social ni la sostenibilidad ecológica, remarcó.

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