La decisión de Otawa abarca a 76 entidades y personas extranjeras acusadas de apoyar a Rusia con bienes de uso dual (civil y militar).
La cartera china señaló su preocupación y recordó que Beijing siempre se ha opuesto a las sanciones unilaterales que carecen de fundamento en el derecho internacional y no han sido autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
«Es fundamental que los países, al abordar la cuestión de Ucrania, no dañen los derechos legítimos de empresas, instituciones y ciudadanos chinos», afirmó el comunicado.
La declaración mencionó en particular lo referente a las actividades normales de comercio, inversión y cooperación financiera.
Las sanciones impuestas por Canadá fueron calificadas como una violación de las reglas y el orden internacional del comercio.
Según el ministerio, estas acciones afectan la estabilidad y seguridad de las cadenas globales de suministro e industria.
Beijing instó a Canadá a detener inmediatamente estas prácticas equivocadas y advirtió que el país tomará las medidas necesarias para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de las empresas nacionales.
Previamente el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Lin Jian calificó esas sanciones de infundadas y erróneas, al tiempo que subrayó la oposición firma de Beijing a estas acciones unilaterales.
El vocero destacó que China siempre ha mantenido una posición objetiva e imparcial respecto al conflicto en Ucrania.
Subrayó que su objetivo es promover una solución política a la crisis y nunca ha suministrado armas letales a las partes beligerantes.
La Unión Europea también aseguró que sancionaría a Beijing por proporcionar datos topográficos y servicios satelitales a Rusia.
China declaró en varias ocasiones que los intercambios y la cooperación normales entre las empresas chinas y rusas no deben verse interferidos ni afectados por terceros.
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