Aziz, quien dirigió el país desde 2008 al 2019, apela ahora una condena de cinco años que le fue impuesta en 2023 por corrupción, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y lavado de dinero.
Según algunas fuentes, el expresidente acumuló activos y capital por valor de 70 millones de dólares durante su mandato.
Abdel Aziz llegó al poder mediante un Golpe de Estado en 2008, y se mantuvo en el cargo hasta 2019.
En Mauritania se efectuaron elecciones el pasado año, donde el Consejo Constitucional confirmó la reelección de Mohamed Uld Ghazuani como presidente del país, aunque existieron acusaciones de fraude por parte de la oposición y manifestaciones de protesta que dejaron tres muertos.
Según datos oficiales, en las elecciones participó el 55,39 por ciento de los posibles votantes y Mohamed Ould Ghazouani logró un 56 por ciento de las papeletas
Mauritania es un amplio territorio desértico con muy baja densidad de población, cuya economía descansa sobre la base de la exportación de minerales, algo de petróleo y la pesca, y realizó sus primeros comicios en 2019, luego de varios golpes de Estado entre 1978 y 2008.
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