Un tribunal los declaró culpables desde fines de enero y este jueves anunció la sentencia de 14 años de privación de libertad para los padres de la menor Elizabeth Struhs, Jason y Kerrie Struhs, quienes sabían las consecuencias mortales de negarle insulina a la criatura, según afirmó el magistrado Justice Burns.
De mutuo acuerdo con los padres, los miembros de la secta religiosa The Saints (Los santos), a la cual pertenecía la familia, se negaron durante varios días a inocularle insulina a la niña, bajo la creencia de que dios podía curarlo todo.
La pequeña padecía de diabetes de tipo 1 y durante el juicio, en el Tribunal Supremo de Queensland, se conoció que mientras agonizaba, en lugar de suministrarle el medicamento vital, los familiares e integrantes de la secta se dedicaron a rezar para que sanara a través de la oración.
El fallecimiento ocurrió el 7 de enero de 2022, en una vivienda de una localidad ubicada a unos 125 kilómetros al oeste de Brisbane, y el tribunal hizo constar en acta que no se llamó a la Policía hasta más de 24 horas después, pues creían en la posibilidad de devolverle la vida al cuerpo mediante el rezo.
Los acusados rechazaron representación legal y un total de 14 personas, con edades de 22 a 67 años, fueron hallados culpables de homicidio involuntario.
El Tribunal Supremo de Queensland decidió imponerle al líder de la secta, Brendan Stevens, una pena de 13 años de cárcel, por su labor persuasiva sobre los padres de la niña para dejar de administrarle insulina, el juez incluso lo calificó como una persona peligrosa y muy manipuladora.
De igual manera, la corte castigó con penas de seis a nueve años de prisión a otros 11 miembros de la secta, incluido el hermano mayor de la víctima, dependiendo del grado de implicación de cada uno en el delito.
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