En un encuentro con la prensa, expresó su agradecimiento por el liderazgo desempeñado por esa nación durante décadas.
«La generosidad y la compasión del pueblo estadounidense no sólo han salvado vidas, construido la paz y mejorado el estado del mundo», sino que también «han contribuido a la estabilidad y la prosperidad de las que dependen los estadounidenses», subrayó.
Destacó que los funcionarios de las Naciones Unidas de todo el mundo están profundamente orgullosos de lo que hemos logrado juntos, como socios”, dijo Guterres.
Advirtió que seguir adelante con los recortes hará que el mundo sea menos sano, menos seguro y menos próspero.
Según datos de la ONU, más de nueve millones de personas se quedarán sin servicios sanitarios y de protección en Afganistán, con la suspensión de cientos de equipos sanitarios móviles y otros servicios.
Los recortes también afectarán a los programas desplegados en el noreste de Siria, donde 2,5 millones de personas necesitan ayuda.
En Ucrania, la ayuda mediante el dinero en efectivo, que llegó a un millón de personas en 2024, se ha suspendido en regiones clave.
En Sudán del Sur, se agotó la financiación de los programas de apoyo a las personas que han huido del conflicto en el vecino Sudán, dejando las zonas fronterizas peligrosamente superpobladas, indicó el Secretario General.
A nivel de las agencias, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito se verá obligada a interrumpir muchos de sus programas de lucha contra los estupefacientes, incluido el que combate la crisis del fentanilo, y a reducir drásticamente las actividades contra la trata de seres humanos.
También han dejado de financiar muchos programas de lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis, la malaria y el cólera.
Guterres señaló que espera que esas decisiones puedan revertirse «sobre la base de revisiones más cuidadosas», mientras todos los organismos de las Naciones Unidas permanecen dispuestos a proporcionar «la información y la justificación necesarias» sobre sus proyectos.
Estados Unidos suspendió 377 millones de dólares de financiación, destinados al programa de salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas, confirmó hoy el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
La decisión de Washington afecta programas de esa dependencia para garantizar atención médica materna crítica y asistir nacimientos de manera segura, así como proveer protección contra la violencia que enfrentan las mujeres y las niñas en lugares como Gaza, Sudán y Ucrania y tratamientos en casos de violación.
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