Según un pronunciamiento del movimiento indígena, ese proceso para ceder el control del campo más productivo de Ecuador a manos privadas se llevó a cabo “de manera oscura y sin transparencia”.
La Conaie alertó que, de firmarse el contrato, el 87,5 por ciento de las ganancias quedará en manos de la empresa extranjera, mientras que el país solo recibirá el 12,5 por ciento.
En un comunicado divulgado en redes sociales, la organización sostuvo que esa privatización representaría una pérdida de más de ocho mil millones de dólares para Ecuador.
“Este saqueo no es casualidad. Daniel Noboa está desesperado por recursos para usar el Estado con fines electorales y pretende hipotecar el futuro del país para mantenerse en el poder”, señala el texto.
Añade que mientras el país enfrenta hambre, crisis y desempleo, el gobierno entrega recursos a intereses extranjeros.
El líder de la Conaie y excandidato presidencial, Leonidas Iza, consideró que la adjudicación, a solo tres meses de finalizar el mandato, es ilegítima, por lo cual emprenderá las acciones necesarias “para frenar este intento de saqueo a la Patria”.
El campo Sacha, ubicado en la provincia amazónica de Orellana, es una de las principales fuentes de producción petrolera del país.
La decisión del Ejecutivo de adjudicar la concesión del yacimiento al consorcio Sinopetrol ha generado críticas desde sectores políticos y sociales.
Se esperaba el próximo miércoles, después del feriado, una rueda de prensa para tratar el asunto, pero el Ministerio de Energía y Minas convocó a los medios para la tarde de este mismo lunes.
La titular de esa cartera, Inés Manzano, confirmó que si bien se adjudicó la concesión a Sinopetrol, conformado por las empresas Amodaimi, de China, y la canadiense Petrolia, el contrato aún no está firmado.
La Asamblea Nacional (Parlamento) denunció que el Gobierno aprovechó el feriado a propósito del carnaval para entregar el campo Sacha en contravención de la Ley de Hidrocarburos.
La Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de la Energía y el Petróleo calificó la adjudicación como el “mayor atraco petrolero de la época moderna” porque 87 de cada 100 barriles irán a manos privadas y el Estado perderá ocho mil millones de dólares durante 20 años.
El campo Sacha es considerado la «joya de la corona» por aportar alrededor del 16 por ciento de la producción petrolera, con 73 mil barriles diarios.
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