«Estoy injustamente preso por no someterme a los grupos de poder y no firmar su hoja de ruta. Rechazo este juicio político disfrazado de jurídico», dijo al comenzar la audiencia el exmandatario e insistió en que una integrante del tribunal, Norma Carbajal, adelantó opinión al rechazar un anterior pedido de anular la causa.

Hizo la declaración cuando el tribunal le hizo el pedido protocolar de identificarse, aunque por insistencia de los jueces accedió a lo solicitado y dio su nombre y el número de su documento de identidad.

El expresidente niega haber cometido el delito de rebelión que se le imputa por haber decretado, sin que se hiciera efectivo, la disolución del Parlamento opositor.

Por otra parte, el abogado de oficio Edgar Callahualpa, asignado a Castillo, renunció por pérdida de confianza entre ambos, debido, según dijo, a que el acusado fue renuente a coordinar con él y a que en la audiencia anterior lo acusó de grabar una conversación entre defensor y defendido.

Además, el nuevo defensor asignado al expresidente preso desde diciembre de 2022, Ricardo Hernández, pareció inclinado a cumplir su misión, al sostener que el tribunal incumplió el procedimiento de designar un abogado de oficio, pues debió realizarse antes un proceso sancionador.

Explicó que Castillo se negó a acreditar a un abogado privado por considerar que no tiene sentido porque considera que su condena está anticipadamente decidida.

El exgobernante adelantó también que no hará una declaración ante los jueces, como estaba previsto para que él y los seis co-acusados expongan sus puntos de vista.

De otro lado, el Instituto Nacional Penitenciario informó que inició un proceso administrativo al expresidente por anunciar ayer una huelga de hambre de protesta contra lo que considera un juicio injusto.

Según el organismo penitenciario, el ex jefe de Estado puede ser sancionado con su aislamiento y la suspensión de visitas.

La Fiscalía pide para Castillo 34 años y seis meses de prisión y 25 años para cinco de sus co-acusados, y 15 años para quien fue primer ministro y a la caída del mandatario era consejero presidencial.

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