Según lo divulgado por la agencia oficial siria SANA, los mercados han vuelto a su actividad normal y los equipos de mantenimiento comenzaron a trabajar para restablecer la electricidad en las zonas afectadas.
A su vez, el gobernador de Tartous, Ahmed al-Shami, pidió a los residentes de la provincia que volvieran a sus hogares y aseguró que la ciudad está presenciando un regreso gradual a la vida.
Mientras tanto, el ministro interino del Interior, Ali Kaddah, afirmó que la situación de seguridad en la provincia de Latakia se estabilizó tras el término de las acciones bélicas y pidió a los residentes que regresen a sus hogares.
Varias entidades de derechos humanos, incluido el Observatorio Sirio de DD.HH. elevó a mil 383 la cifra de civiles, incluidos mujeres, niños y ancianos, asesinatos en masa y a sangre fría por parte de islamistas afines al gobierno actual en Damasco.
Los enfrentamientos estallaron el jueves pasado después de que exmilitares atacaran una patrulla de las fuerzas de seguridad en la localidad de Jableh, en Latakia, lo que desencadenó la mayor ola de violencia después de que miles de integrantes de facciones islamistas, algunos yihadistas de nacionalidades extranjeras, entraron a Tartous, Latakia y Hama, donde cometieron asesinatos masivos a sangre fría.
Tras estos trágicos sucesos, la Presidencia siria creó una comisión nacional independiente para investigar las violaciones cometidas y esclarecer las causas y las circunstancias, además de identificar a los responsables para procesarlos.
Asimismo, fue emitida otra resolución presidencial que estipula la formación de un Comité Superior de la Paz Civil.
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