Un reporte del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), divulgado este jueves en el sitio digital del diario La Repubblica y otros muchos medios informativos locales, señala que el epicentro del mayor temblor se localizó a dos kilómetros de profundidad, en el mar, a pocos metros de la orilla de Via Napoli, en Pozzuoli.

Ocurrió en la zona de los Campos Flégreos, una vasta caldera volcánica cuya mayor parte se encuentra bajo el agua, situada nueve kilómetros al noroeste de Nápoles, en la meridional región de Campania y, a pesar de su peligrosidad, hasta el momento no se lamentan víctimas fatales, solo una mujer levemente herida, ni daños materiales de consideración.

Se caracterizó por graves aceleraciones, nunca antes registradas en esa localidad desde que se ubicaron en la misma sismógrafos monitoreando la zona en tiempo real, récord compartido con el terremoto del 20 de mayo de 2024, que alcanzó la misma magnitud, según precisó el presidente del INGV, Carlo Doglioni.

Sin embargo, en esta ocasión se apreció una mayor intensificación de la energía sísmica, efecto estrechamente ligado al fenómeno del bradisismo, término relacionado con el periódico descenso o ascenso del nivel del suelo, lento para la escala del tiempo humano, pero muy rápido para el tiempo geológico.

Un comunicado divulgado esta mañana por la Presidencia del Consejo de ministros indica que la jefa de Gobierno, Giorgia Meloni, “sigue constantemente la evolución de la situación tras el fuerte terremoto que ha afectado esta mañana la zona de Campos Flégreos”.

En tal sentido, según esa fuente, la mandataria se mantiene en estrecho contacto con el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci, con el subsecretario de la Presidencia, Alfredo Mantovano, así como con el jefe del Departamento de Protección Civil, Fabio Ciciliano, a fin de adoptar las acciones necesarias para enfrentar esta situación.

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