En sesión especial de este lunes, cuando se cumplen 26 años de su fallecimiento, los parlamentarios aprobaron el único acuerdo de la reunión, para posteriormente rendir honores a los restos mortales en su traslado al sitio sagrado, donde descansan los héroes y heroínas de la patria.

El proyecto de acuerdo señaló que Fernández nació en Maracaibo, estado de Zulia (noroccidente), fue un brillante científico que «realizó aportes en la ciencia nacional y dejó un legado de inspiración, que prevalece en los investigadores de la República Bolivariana y el mundo”.

Reconoció asimismo que desempeñó un rol crucial en la modernización de la ciencia de Venezuela, así como elogió que su visión y liderazgo generaron y fundaron en 1954 un centro de excelencia para la investigación en Neurociencia y Biología, el actual Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.

Significó que fue varias veces nominado al Premio Nobel de la Paz, que fueron rechazadas “por no aceptar la nacionalidad estadounidense que se propuso para ser postulado por la NASA”.

El doctor venezolano dominaba cinco idiomas y fue también investigador jefe del Proyecto Apolo 11, con notables aportes mundiales al estudio de las rocas lunares con técnicas creadas por él mismo.

Fernández Morán falleció el 17 de marzo de 1999 en la ciudad de Estocolmo, Suecia, y entre su vasto legado se le reconoce como “un científico brillante y visionario que creía en el poder de la investigación para transformar las sociedades”.

El presidente del Parlamento Jorge Rodríguez expresó que los hombres de ciencia son hombres de paz y reconoció que el científico venezolano aportó elementos fundamentales para el desarrollo y el conocimiento de las bases de la vida y desentrañó misterios aún existentes vinculados al sistema nervioso central.

Otros de sus aportes están relacionados a la creación del bisturí con punta de diamantes y estudios realizados para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).

Rodríguez indicó, además, que el científico fue también un patriota que llevó siempre el alma de su patria en su corazón, levantó siempre la bandera tricolor y hoy con dignidad “están devolviendo a su legado los honores que se merece al llevar sus restos mortales al Panteón Nacional”.

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