El portavoz Guo Jiakun confirmó que las autoridades chinas tomaron nota de la transacción en cuestión y llevan a cabo una revisión legal del caso «para garantizar la protección de la competencia justa en el mercado y salvaguardar los intereses públicos».
«Quiero reiterar que China siempre se ha opuesto firmemente a cualquier acción que utilice coerción económica o prácticas abusivas para violar o dañar los derechos e intereses legítimos de otros países», declaró.
De acuerdo con las autoridades, esta revisión forma parte de los esfuerzos de Beijing por garantizar que las grandes transacciones comerciales cumplan con las normativas nacionales e internacionales.
Tras amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, el consorcio BlackRock-TiL llegó a un principio de acuerdo para la compra de Panama Ports Company (PPC), perteneciente al conglomerado CK Hutchinson Port Holdings Ltd, con base en Hong Kong.
El gobierno panameño afirmó que la venta por parte de una empresa china a una estadounidense de dos puertos en el canal de Panamá, es un trato «entre compañías privadas».
El valor total de la transacción se acordó en 22.8 mil millones de dólares y se esperaba que estuviera concretada para el 2 de abril.
Esto ocurre en medio de una crisis diplomática entre Panamá y Estados Unidos tras las amenazas del republicano de retomar el Canal, incluso sin descartar el uso de la fuerza, y sus cuestionamientos a una supuesta influencia china sobre la ruta fluvial.
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