Según el Ministerio de Economía y Finanzas, al que pertenece la cartera de Ferracci, el objetivo del encuentro es fijar posiciones comunes en la respuesta francesa a la guerra comercial desatada por el presidente Donald Trump, quien dictó tarifas aduaneras del 20 por ciento para los productos procedentes de la UE.
En espera de la primera de las ripostas del bloque de 27 Estados miembros, Francia intenta poner de acuerdo a sus empresarios en torno al llamado al patriotismo, en un contexto de incertidumbre, con voces que reclaman una reacción dura a la cruzada arancelaria de Washington y otras que piden prudencia para evitar la escalada.
La víspera la UE propuso a Trump una exención de derechos de aduana total y recíproca para productos industriales, pero el jefe de la Casa Blanca consideró que no es suficiente, reiterando su visión de que las economías europeas se han aprovechado de Estados Unidos durante décadas.
Entre los hombres de negociosos franceses no cayó bien, o al menos para algunos de ellos, el llamado del presidente Emmanuel Macron a suspender las inversiones en suelo estadounidense hasta que se aclare la situación.
No sería apropiado que actores económicos europeos inviertan dinero en el país norteño en «el momento en el que ellos están tratando de golpearnos», dijo Macron a empresarios el jueves pasado, un día después de los anuncios de Trump.
Para mediados de abril debe salir la riposta de la UE a los aranceles al acero y el aluminio, mientras que para las tarifas recíprocas anunciadas el 2 de abril la respuesta está señalada antes de que termine el mes.
lam/wmr





