“Son circunstancias que uno no esperaba, o números que uno pensaba que eran distintos, por lo tanto, son señales que nos obligan a sacar el pie del acelerador en algunos casos, pero más que nada a ser prudentes, incluso en la adjetivación”.

Así lo describió el mandatario durante el acto por el bicentenario del Desembarco de los 33 Orientales o Cruzada Libertaria, una de las principales fechas patrias conmemorada la víspera.

Orsi calificó de “pesada herencia” la carga dejada por el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou, quien le entregó la banda presidencial el primero de marzo último.

Hizo referencia a las deudas en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), institución clave para atender reclamos de la población sobre la atención sanitaria pública y el acceso a medicamentos.

Los números de ASSE “no son los mejores como para arrancar un período de gobierno”, apuntó el mandatario uruguayo.

El jefe de la barra de senadores del gobernante Frente Amplio, Daniel Caggiani, dijo que la administración de la llamada coalición republicana dejó sembrado “de bombas” el terreno para el accionar gubernamental frenteamplista.

Orsi y el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, prefieren bajarle el tono al asunto, bajo la preocupación del efecto que pudiera tener en potenciales inversionistas cuyo concurso precisa el país.

A la situación interna se une la complicada trama económica y comercial internacional, marcada por la guerra de aranceles decidida por el gobierno de Estados Unidos.

Uruguay no escapa a ello. Washington le impuso tarifa del 10 por ciento a la mayoría de los productos importados desde el país sudamericano.

Será un tema que lleva en agenda el ministro Oddone, quien el lunes viaja al país norteño.

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