“Un momento de paz y esperanza, grabado en el corazón de la nación”, escribió en su cuenta en X el mandatario, quien viajó la víspera a Italia para participar en las honras fúnebres de su santidad, que incluyen una misa en la plaza San Pedro, en el Vaticano, y el entierro en la basílica de Santa María La Mayor, en Roma.

Macron aseveró que mientras transcurre el último adiós al jesuita argentino, el primer papa latinoamericano, recuerda con emoción aquella visita.

Francisco realizó tres viajes a Francia, aunque ninguno a nivel de Estado: el primero, en noviembre del 2014, a Estrasburgo, donde pronunció un discurso ante el Parlamento Europeo; el segundo, en 2023, a Marsella; y el tercero, en diciembre pasado, a Córcega, la última de sus 47 giras apostólicas, que abarcaron a 66 países.

Aún retumba el llamado del santo padre en la sureña ciudad francesa contra “el fanatismo de la indiferencia” ante las vidas de migrantes que se pierden en el Mediterráneo.

Si bien la prensa gala cita algunos momentos complejos de la relación de Macron con Francisco, también se hace eco de su homenaje junto a su esposa Brigitte ayer frente al féretro del papa en la basílica de San Pedro.

Según la Presidencia, el jefe de Estado no realizará ningún contacto diplomático en la capital italiana, al considerar estos momentos de tributo un período de duelo y meditación para todos los fieles y el mundo entero.

De gira por el Océano Índico esta semana, al conocer la noticia del deceso el lunes del sumo pontífice a los 88 años, Macron saludó la vida de un hombre que siempre estuvo al lado de los más vulnerables y frágiles.

De Buenos Aires a Roma, Francisco siempre buscó que la iglesia aportara júbilo y esperanza a los más pobres y que uniera a las personas con la naturaleza, subrayó.

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