Como consecuencia de la deflagración fallecieron cinco personas y más de 700 resultaron de heridas, las cuales se encontraban en las adyacencias del evento, indicó en un comunicado el Ministerio para Relaciones Exteriores.
El Gobierno venezolano expresó a los familiares y allegados de las víctimas los sentimientos de solidaridad y acompañamiento, así como el deseo de una pronta recuperación para los heridos.
La nota alentó a los equipos de socorro a “continuar con las labores de rescate humanitario para atender a los afectados y a la comunidad cercana al siniestro.
Venezuela reiteró “al hermano pueblo iraní los profundos sentimientos de solidaridad, hermandad y compromiso humano ante esta difícil circunstancia”.
mem/jcd