Dirigida por Helmholtz Munich, en Alemania, en colaboración con el Centro Médico de la Universidad Rush, Estados Unidos, y 125 instituciones académicas a nivel mundial, esta iniciativa constituye la investigación genética sobre osteoartritis más completa realizada hasta la fecha y el mayor estudio musculoesquelético.
Tras analizar datos de casi dos millones de personas de diversas poblaciones del planeta, el estudio descubrió 962 variantes genéticas asociadas con la enfermedad e identificó 69 genes clave cuyos productos proteicos ya son el objetivo de 473 fármacos aprobados, muchos de los cuales podrían redirigirse para controlar la osteoartritis de forma más eficaz.
En opinión de Dino Samartzis, coautor, profesor y director de la iniciativa internacional de investigación e innovación en columna vertebral del Departamento de Cirugía Ortopédica de Rush, este estudio supone un gran avance al ofrecer terapias personalizadas para pacientes con osteoartritis, quienes llevan mucho tiempo esperando opciones que modifiquen la enfermedad.
Según detallan los expertos, la osteoartritis se produce por el deterioro gradual del cartílago articular.
Se diferencia de la artritis reumatoide, un trastorno autoinmune, y es una de las principales causas de dolor, movilidad reducida y discapacidad, y se prevé que afecte a mil millones de personas para 2050.
Su costo anual en Estados Unidos es de casi 486 mil millones de dólares y de hasta 817 mil millones de euros en Europa.
Tradicionalmente, la osteoartritis se ha tratado con analgésicos y ayudas para la movilidad, pero hasta la fecha no existen terapias modificadoras de la enfermedad.
Este estudio no solo redefine nuestra comprensión genética de la enfermedad, sino que también ofrece una vía para la reutilización de fármacos seguros y aprobados, lo que podría reducir drásticamente el tiempo y el coste de comercializar tratamientos eficaces, afirman los especialistas.
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