“Hay una estrategia opositora, por una parte, y de otros quienes han participado en los hechos del 26 de junio (…)”, aseguró ante la prensa el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
Afirmó el titular que esta maniobra pretende provocar confusión entre las bolivianas y bolivianos.
Explicó Novillo que las pesquisas buscan «deslindar responsabilidades» en torno a la toma de la plaza Murillo y el intento de irrupción en el Palacio de Gobierno, hechos a los que calificó como una «tarea antipatriótica» y contraria a la Constitución y a la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas.
Remarcó que la estrategia obstruccionista busca “dilatar el proceso” y evitar que se conozca la verdad, en referencia a las recientes declaraciones del exjefe del Ejército Juan José Zúñiga, quien emitió versiones contradictorias a las que inicialmente brindó ante la Fiscalía con su abogado.
Opinó Novillo que “esas otras versiones en realidad ya van más allá de los mismos hechos del 26 de junio (…). No se puede hacer declaraciones alegres con la finalidad de confundir a la ciudadanía, de distorsionar la realidad de los hechos”, enfatizó.
Ante esta situación, consideró que estos actos no pueden quedar en la impunidad e insistió en que las investigaciones deben basarse en pruebas concretas y no en “discursos sin fundamento”.
Admite el Gobierno boliviano, incluso, el propósito de estimular un golpe militar y para ello se basa en las declaraciones del exgeneral Zúñiga en una reciente entrevista, desde la cárcel, al medio Data Urgente-Youtoube, y en una carta que remitió a la prensa mexicana.
Tras estas publicaciones, se intensificó la preocupación pública en relación con el sector castrense y se profundizó en Bolivia el ambiente de inestabilidad.
Llamaron la atención las palabras de Zúñiga dirigidas en primer lugar a las Fuerzas Armadas con el argumento de la supuesta inocencia de todos los militares encarcelados por el fallido golpe de Estado bajo el argumento de que cumplían órdenes de Arce para concretar un hipotético autogolpe.
Consideran las autoridades gubernamentales que, al parecer, se pretende provocar el descontento en las tropas e incentivar un alzamiento armado.
Asimismo, el exgeneral habló de un supuesto plan para alterar el padrón electoral de cara a los comicios generales de agosto próximo, mientras algunos portavoces de la oposición se refirieron a supuestos planes de fraude, al estilo de la matriz de opinión impuesta por la mediática hegemónica tras el triunfo del presidente Nicolás Maduro y el Partido Socialista Unificado, en Venezuela.
jha/jpm