Datos de la Sociedad Nacional Industrial y Minera (SNIM) avalaron que la producción ascendió a 14,2 millones de toneladas, lo cual aseguró un nuevo máximo en el volumen de las ventas externas.
Sin embargo, los ingresos sumaron mil 150 millones de dólares; es decir, un 16 por ciento menos que en 2023, cuando la cifra ascendió a mil 370 millones.
El comunicado de la empresa estatal también reconoció el declive en los beneficios netos, pues las utilidades pasaron de 396 a 268 millones de dólares, lo cual atribuyó al retroceso de los precios internacionales del metal, el encarecimiento de los bienes de consumo y el alza de los costos logísticos.
Para esta nación del noroeste de África, el mineral de hierro significa 11 por ciento de los ingresos al presupuesto del Estado, un seis por ciento del producto interno bruto (PIB) y el 29 por ciento del total de las exportaciones.
Según el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), la SNIM es el segundo mayor productor del rubro en el continente, y el territorio mauritano posee vastas provisiones por explotar.
En conjunto, África alberga alrededor de 30 por ciento de las reservas minerales del mundo y una proporción aún mayor de yacimientos de diamantes, vanadio, manganeso, platino, cobalto y oro, pero la mayor parte de la oferta del sector se exporta en bruto, sostienen análisis del BAfD.
Hasta el momento, la abundancia de recursos naturales no se ha traducido necesariamente en un crecimiento económico sostenible deseable en África, reconoce el organismo.
arc/mjm