La ONG criticó en un comunicado el asedio contra el enclave costero al señalar que priva deliberadamente a su población de las necesidades básicas necesarias para la continuación de la vida.

Señaló que el Ejército impide la entrada de alimentos, medicamentos y combustible y demás productos vitales.

Esa situación provocó altas tasas de desnutrición y la muerte de pacientes y heridos que podrían haberse salvado, subrayó.

ActionAid alertó que los sobrevivientes “a los continuos bombardeos israelíes, que matan y hieren a decenas de palestinos a diario, corren el riesgo de morir de hambre, infecciones o enfermedades”.

Productos alimenticios como carne, fruta, huevos y lácteos casi se agotaron y ya no se pueden comprar, mientras que los precios de los pocos que quedan se dispararon a niveles sin precedentes, recalcó.

Como ejemplo citó que un saco de harina en la sureña ciudad de Deir al-Balah cuesta 300 dólares, aunque en el norte asciende a 500.

La producción de alimentos en Gaza es casi imposible porque las tierras agrícolas y la infraestructura fueron destruidas en gran parte por los bombardeos o se encuentran bajo control militar israelí, apuntó.

La organización señaló que la mayoría de la población allí ahora vive con una sola comida al día, que consiste principalmente en pasta, arroz o alimentos enlatados.

En marzo, más de tres mil 700 niños fueron registrados para recibir tratamiento por desnutrición grave, un aumento del 80 por ciento con respecto al mes anterior, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

ActionAid acusó a Israel de violar flagrantemente el derecho internacional humanitario y la sentencia de la Corte Internacional de Justicia que ordena la entrada de ayuda humanitaria.

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