En entrevista con Prensa Latina a propósito del aniversario 80, al que la entidad llegará el 15 de noviembre, la directiva subrayó la misión que dio lugar a su creación después de la Segunda Guerra Mundial: el combate a la exclusión y la pobreza en todas sus manifestaciones, tanto en el país como a nivel internacional.

La idea es involucrar a la población para juntos luchar contra la pobreza y la precariedad y a favor de la dignidad humana, precisó.

De acuerdo con Makowski, en la promoción de la solidaridad entre las personas y la búsqueda de una sociedad más humana y fraternal frente a las injusticias, el SPF cuenta con la fortaleza de actuar con independencia y sin permitir que fines políticos condicionen o afecten su labor.

Este es un principio bajo el cual trabajamos en Francia, donde los beneficiarios suman más de tres millones, y en el mundo, abundó.

Respecto a los fondos para impulsar los diversos proyectos en el país y en las decenas de naciones en las que trabaja con diversos actores, señaló que el 80 por ciento procede de fuentes privadas y un 20 de recursos públicos, ya sea del Estado y sus instituciones o de la Unión Europea.

La propia población con sus iniciativas y los donantes representan un aporte clave para el desarrollo de la misión solidaria del Socorro Popular, que reacciona de manera rápida ante desastres naturales, guerras y conflictos, e intenta actuar frente a crisis que no reciben tanta atención mediática.

Para la secretaria nacional del SPF, un componente fundamental es la entrega de su ejército de voluntarios, integrado por unas 90 mil personas, con la meta de llegar a los 100 mil en el contexto de la conmemoración del aniversario 80.

Al detallar la gestión de la organización, Makowski, significó su presencia en mil 300 lugares de Francia y el establecimiento de 800 comités diseminados por su territorio.

También destacó la labor coordinada con socios de más de 80 países y muchos años de experiencia, que comenzó en la arena internacional tan temprano como en 1947, durante las masacres en Madagascar tras la rebelión contra la presencia colonial francesa.

Desde entonces las víctimas de terremotos, huracanes, inundaciones y guerras en diversos continentes han recibido la ayuda del SPF, siempre en función de los intereses locales.

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