Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que en varios estados del país se implementarán apagones, el camuflaje de instalaciones vitales, la capacitación del pueblo para protegerse en caso de un ataque, así como la actualización y el ensayo de planes de evacuación.

El simulacro se añade a las operaciones prácticas que ejecuta India para su preparación, en medio de la amenaza de un nuevo conflicto con Pakistán por el creciente deterioro de los nexos bilaterales, luego del ataque el 22 de abril en Pahalgam, Jammu y Cachemira.

Para Nueva Delhi, Pakistán resulta responsable de manera indirecta en el ataque que cobró la vida de 26 personas, por, según las autoridades indias, vínculos transfronterizos con los atacantes, algo que Islamabad niega rotundamente.

La víspera, en medio de la escalada de las tensiones, la Organización de Investigación y Desarrollo de la Defensa (DRDO) y la Armada de la India probaron una mina terrestre multiinfluencia, diseñada y desarrollada en el país para mejorar las capacidades de la Armada contra buques furtivos y submarinos modernos.

Recientemente, la Fuerza Aérea de la India efectuó una exhibición diurna y nocturna de su capacidad operativa en una pista de aterrizaje de 3,5 kilómetros en la autopista Ganga, en el distrito de Shahjahanpur, Uttar Pradesh.

El evento en India contó con la presencia de aviones de combate avanzados como el Rafale, el Jaguar, el Mirage 2000, el SU-30 MKI y el MiG-29, junto con aeronaves de transporte como el C-130J Super Hercules y el AN-32, así como el versátil helicóptero MI-17 V5.

El Ejército paquistaní realizó también un ejercicio militar a gran escala con aviones de combate y artillería y anunció el éxito de una prueba con misil.

Por otra parte, India ha avanzado en una secuencia de acciones contra Pakistán con medidas restrictivas como el corte la víspera del flujo de agua a través de la presa de Baglihar en el río Chenab, en consonancia con su decisión de suspender el Tratado de las Aguas del Indo de 1960, lo cual el país vecino consideró un acto de guerra.

India dispuso también el cierre del cruce fronterizo que une a ambos países, la expulsión de diplomáticos y la orden de salida del territorio nacional para los paquistaníes, la prohibición de la entrada de mercancías, correo y paquetes desde Pakistán, hasta nuevo aviso.

Pakistán respondió con la suspensión con efecto inmediato de todas las visas emitidas a ciudadanos indios bajo un programa de exención, además de expulsar a algunos diplomáticos indios y cerrar su espacio aéreo a los vuelos de la otra parte.

Las autoridades indias cerraron, asimismo, su espacio aéreo a todas las aerolíneas de propiedad u operación paquistaníes y solicitaron al Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones que revise los préstamos otorgados a Pakistán.

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