La comisión a cargo, integrada por el programa Supérate, el Ministerio de Salud Pública, el Gabinete de la Niñez y Adolescencia, el Consejo para la Niñez y la Adolescencia (Conani) y el Sistema Único de Beneficiarios, contactó hasta la fecha a familiares de 200 de las víctimas.
En la actualidad, 169 familias reciben atención. De estas, 125 requieren apoyo económico y acompañamiento psicológico.
Además, se identificaron 122 niños y adolescentes en condición de orfandad, de los cuales un alto porcentaje perdió tanto al padre como a la madre durante el suceso.
También son evaluados varios hogares compuestos por adultos mayores y menores de edad con alguna condición de discapacidad, quienes dependían de familiares fallecidos, tanto para su cuidado como para su sustento económico.
La Presidencia informó la ejecución de un programa de atención emocional con la participación de 25 psicólogos del Ministerio de Salud Pública.
De manera paralela, Conani, como órgano rector del Sistema de Protección, junto con el Gabinete de Niñez y Adolescencia, trabaja en la aplicación de medidas de resguardo adaptadas a cada caso, priorizando a los menores de edad y su derecho a vivir en familia.
La subdirectora de Proyectos Sociales y Asuntos Comunitarios de Supérate, Damelia Zapata, informó que hasta el momento 37 hogares recibirán un subsidio especial de 30 mil pesos (unos 500 dólares).
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