«Fue un entusiasta del Mercosur (Mercado Común del Sur), de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribelos), uno de los principales arquitectos de la integración de América del Sur y de América Latina y, sobre todo, uno de los más importantes humanistas de nuestro tiempo», indica una nota oficial.
El mensaje del Ministerio de Relaciones Exteriores asegura que el veterano político uruguayo, por su compromiso con la construcción de un orden internacional más justo, democrático y solidario, es un ejemplo para todos.
Lula tenía una estrecha relación con Mujica. Incluso lo condecoró el 5 de diciembre, durante una visita a Montevideo, con la Orden Nacional de la Cruz del Sur, el máximo honor que ofrece Brasil a ciudadanos extranjeros.
El mensaje destaca su legado y recuerda que el mandatario brasileño se refirió a su amigo como «la persona más extraordinaria» entre los presidentes con los que trabajó.
De acuerdo con la acotación de la cancillería, «el legado de «Pepe» Mujica seguirá vivo, guiando a todos aquellos que realmente creen en la integración de nuestra región como camino ineludible hacia el desarrollo y en nuestra capacidad de construir un mundo mejor para las generaciones futuras».
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