El lauro, instituido por la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (Uneac) en 2008 como máximo reconocimiento a figuras emblemáticas de la danza mundial, distingue a un maestro que -desde la refinada elegancia de Monte-Carlo- ha convertido el escenario en un espejo del alma humana, afirmó la primera bailarina Viengsay Valdés.
La directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC) describió a Maillot como un narrador de emociones, cuya creación coreográfica tiende un puente entre épocas y deviene un recordatorio de que la tradición no es un museo, sino un suelo fértil desde el cual puede brotar lo nuevo.
Al asumir la dirección de Les Ballets de Montecarlo, en 1993, inauguró una era de esplendor para la compañía, gracias a varias iniciativas artísticas, pero sobre todo por su sello coreográfico, acuñó la artista cubana en la Galería Villa Manuela de la Uneac.
En opinión de Valdés, las obras de este creador, lejos de presentar ejercicios estéticos, constituyen exploraciones filosóficas, con un estilo que se nutre de contrastes: lo minimalista y lo opulento, lo íntimo y lo épico.
Maillot no teme estremecer ni desnudar a sus personajes, para exponer las contradicciones y vulnerabilidades, aseveró.
Valdés agradeció que el célebre coreógrafo y director viajara a La Habana con Les Ballets de Montecarlo para presentar, por primera vez en el país, el espectáculo “Core Meu” (Mi Corazón), donde comparte una metáfora de la condición humana y expone una relación trascendental con un tipo de música oriunda del sur de Italia.
La puesta, que alterna sensualidad y éxtasis físico, técnica en puntas y folclore italiano, colmará la escena del Teatro Nacional de Cuba, los días 16, 17 y 18 de mayo, como parte de la programación de la Feria Internacional Cubadisco 2025, pues se presenta con música en vivo de Antonio Castrignanò y Taranta Sounds.
Al igual que Bejart y John Neumeier, dos artistas que lo influenciaron, Jean Christophe Maillot ha enseñado al mundo que un coreógrafo no es solo un autor de pasos, sino un pensador, un poeta que escribe con cuerpos y un filósofo, sostuvo la primera bailarina y directora del BNC.
Según resaltó Valdés, el coreógrafo galo ha logrado desterrar la visión del ballet como un arte del pasado, al reivindicarlo como herramienta y lenguaje de presente y futuro.
De manos la presidenta de la Asociación de Artes Escénicas de la Uneac, Marilyn Garbey, Maillot recibió el Premio Villanueva de la Crítica por su puesta de la Cenicienta en Cuba, en 2016, pendiente desde entonces; mientras la presidenta de la Uneac, Marta Bonet, le entregó el lauro con el nombre de Josefina Méndez.
jha/msm