Por Fausto Triana
Será esta noche cuando el Barça enfrente al Espanyol, en un partido con cierto morbo en dos sentidos: aunque son clubes catalanes ambos, no tienen una buena relación, y el favoritismo de los culés es amplio.
Por añadidura, la anterior ocasión en que los azulgrana ganaron LaLiga (temporada 2022/23), fue en el mismo escenario, en el estadio de Cornellá del Espanyol.
Hay nueve puntos en juego en lo que resta de torneo (tres jornadas) y si el conjunto que dirige el alemán Hansi Flick se impone este jueves, será imposible al Real Madrid darle alcance (a siete puntos de los líderes).
De hecho, está pactada la celebración en Barcelona mañana viernes, porque desde las filas culés se da por seguro el éxito, incluyendo un empate que serviría igual.
Mientras tanto, el Real Madrid, a punto anoche de facilitar el campeonato del Barça, tuvo especialmente dos aspectos relevantes en su triunfo 2-1 frente al Mallorca, la excelencia del francés Kylian Mbappé y el empuje de los canteranos.
Mbappé se consolidó como Pichichi del torneo, con tres goles de ventaja ahora sobre el polaco Robert Lewandowski, al anotar el empate a los 68 minutos, y en la remontada, al filo del 95 en descuento, el central Jacobo Ramón logró la victoria.
El espigado juvenil de 1,96 metros fue titular por primera vez en la contienda y se unió a otro canterano, Raúl Asencio, en una zaga central inédita de la “casa blanca”.
Con signos de admiración vale mencionar la actuación del portero del Mallorca, Leo Román, de 24 años, con nueve paradas de un nivel extraordinario, que sostuvieron a su equipo en casi todo el partido.
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