No es para menos, serían poco más de 400 millones de dólares que dejarían de recibir aquí el 26.8 por ciento de los hogares que reciben ayudas familiares que en esencia se destinan al consumo y mantenimiento familiar.
Asimismo sería otra afectación para la economía del país atendiendo a que datos del Banco Central de Reserva (BCR) aseguran que esos fondos en el cuatro trimestre de 2024 representaron un 23.9 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Cifras del BCR muestran que de territorio estadounidense llegan al país más de ocho mil millones de dólares por lo que el impacto será sustantivo.
Además, este gravamen afectará las economías de América Latina y el Caribe, si se toma en cuenta que en el primer semestre de 2024, los flujos de remesas recibidos en la región ascendieron a 74 mil 500 millones, con una variación levemente positiva del 0.6 por ciento respecto del semestre anterior. En 2025 hasta ahora el monto es mayor.
En el caso del llamado Pulgarcito de las Américas al menos nueve de cada 10 dólares que ingresan proceden de Estados Unidos.
En los últimos días diversos medios aquí indican que esta acción de Washington será “un nuevo golpea a la migración”.
Así se aprecia el proyecto que varios miembros del partido republicano buscan aprobar con prontitud y que denominan ‘Gran y Hermoso Proyecto de Ley’, distante de ser lo que refleja tan rimbombante denominación.
Algunos expertos sostienen que la recaudación de este impuesto financiaría las exenciones fiscales prometidas por el presidente Donald Trump, así como los planes de seguridad fronterizas para contener mayores ingresos de migrantes a la primera economía del mundo.
La preocupación es creciente en Latinoamérica, sobre todo en los países donde los flujos son elevados y existe gran dependencia, como en Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, Haití y Jamaica, sin contar México, el mayor receptor.
Según Rommel Rodríguez, investigador de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), las remesas “son determinantes para que los niveles de pobreza no sean mayores de los que ya están”.
El Salvador recibió en el primer trimestre de 2025 dos mil 090.7 millones de dólares, un alza del 19.4 por ciento respecto a igual período de 2024, al menos 341 millones adicionales que enviaron los salvadoreños en suelo estadounidense.
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