El país espera un trato preferencial de Washington en el tema de aranceles por la cercanía de su presidente Nayib Bukele con su homólogo estadounidense, Donald Trump, aunque aún no hay una señal clara sobre si será aplicado el arancel del 10 por ciento a las exportaciones locales hacia su principal mercado.
Producto de las conversaciones entre ambos gobiernos, en especial en comercio, “hay perspectivas positivas de que ese arancel pueda, si no eliminarse totalmente, al menos disminuirse en un buen porcentaje de nuestras exportaciones”, declaró Jorge Arriaza, presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales.
Son llamados y manifestaciones de esperanza por las implicaciones que la medida tendrá en el país de concretarse.
La nación norteña es el principal socio comercial y según el Banco Central de la Reserva (BCR) en el primer trimestre de este año se vendieron mercaderías valoradas en 522.49 millones de dólares y se importaron otras por un valor de mil 109.1 millones de dólares.
Mientras se mantienen las expectativas, en la semana fue preocupación, además, una propuesta en el Congreso estadounidense para gravar con un cinco por ciento las remesas que recibe el país y otras naciones.
El Salvador se beneficia de ayudas familiares cercanas a los ocho mil millones de dólares y de aprobarse una ley el Congreso estadounidense las familias dejarían de recibir cerca de 400 millones que afectarían al 26.8 por ciento de los hogares que emplean esos fondos para el consumo y mantenimiento familiar.
Asimismo sería otra afectación para la economía atendiendo a que datos del Banco Central de Reserva aseguran que esos fondos en el cuatro trimestre de 2024 representaron un 23.9 por ciento del producto interno bruto.
En los últimos días diversos medios aquí indicaron que esta acción de Washington será “un nuevo golpe a la migración”.
Así se apreció el proyecto que varios miembros del partido republicano intentaron aprobar con prontitud y que denominan ‘Gran y Hermoso Proyecto de Ley’, distante de ser lo que refleja tan rimbombante denominación.
No obstante y no avanzar en el legislativo en Washington, autoridades de la región como las de México alertaron de que el plan puede retomarse más adelante.
Por otra parte fue noticia un informe de la organización Socorro Jurídico Humanitario que estimó que cerca de 400 personas murieron encerradas en cárceles de El Salvador durante el régimen de excepción.
También ocuparon espacios las negociaciones sobre el incremento del salario mínimo, en las que afloraron varias propuestas alejadas del plan gubernamental de favorecer un alza de solo el 12 por ciento, mientras algunos gremios exigen un incremento de hasta un 25 por ciento.
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