De acuerdo con la oficina del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, la operación fue efectuada por el servicio de inteligencia israelí Mossad, y la revelación de la misma coincide con el 60º aniversario de la ejecución de Cohen en Damasco, ocurrida el 18 de mayo de 1965.
El archivo completo, que durante décadas estuvo custodiado bajo estrictas medidas de seguridad por los servicios de inteligencia sirios, fue localizado y extraído tras la caída del gobierno de Al-Assad en diciembre pasado.
Según fuentes oficiales, la operación fue realizada en colaboración con un “servicio socio estratégico” no identificado.
Entre los objetos recuperados se encuentran cartas manuscritas de Cohen a su familia, pruebas de comunicaciones entre el espía israelí y altos funcionarios sirios, y fotos tomadas durante los años que pasó de forma encubierta en Siria. La colección también incluye numerosas pertenencias personales del agente, incluyendo las llaves de su apartamento en Damasco, que fueron confiscadas por la inteligencia siria tras su arresto.
Cohen se infiltró en los niveles más altos de la dirección política siria en los años previos a la Guerra de los Seis Días de 1967, y la información que obtuvo se considera crucial para el sorprendente éxito militar de Israel en ese conflicto.
Bajo la identidad falsa de Kamel Amin Thaabet, un empresario con fuertes vínculos con Siria, logró ganarse la confianza de numerosos funcionarios sirios de alto rango.
Durante su tiempo en Siria, Cohen organizaba lujosas fiestas para sirios adinerados, especialmente oficiales de seguridad. Este acceso privilegiado le permitió recopilar información vital sobre armamentos y planes militares sirios.
En 1963, las sospechas sobre Cohen crecieron cuando el gobierno sirio adquirió tecnología soviética para detectar transmisiones clandestinas. Esto permitió a los servicios de seguridad localizar la fuente de las transmisiones de Cohen, culminando en su detención.
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