Ante el busto de Martí, situado en el parque Al Horreya, se concentraron representantes del cuerpo diplomático acreditado aquí, de partidos egipcios y amigos del país antillano para recordar y homenajear al más universal de los cubanos.
Nos reunimos para rendir merecido homenaje a Martí, por la vigencia de su pensamiento político, social y la profundidad de sus ideas, afirmó el embajador cubano en Egipto, Alexander Pellicer.
Fue un hombre de letras que trascendió su época, pero no dudó nunca en sacrificar su vocación de intelectual para luchar por la libertad de la patria y fue fiel a sus ideas hasta morir en el campo de batalla, subrayó.
El diplomático resaltó que con “su partida física se perdió al gran organizador y al ideólogo de la Revolución (…) pero dejó una vasta obra literaria y política, y un legado que hoy continúa”.
Martí fue un gran latinoamericanista y un fiel seguidor de las ideas del Libertador Simón Bolívar y de otros próceres de nuestra América, aseguró.
Pellicer también detalló su labor como escritor, diplomático y estadista, así como su deseo de unir a los pueblos latinoamericanos en una gran patria.
Por su parte, Ashraf Mounir, director de las Américas de la cancillería egipcia, destacó el legado del prócer cubano y los vínculos entre ambas naciones en diversas materias.
Como ejemplo de los lazos citó las históricas relaciones entre el expresidente Gamal Abdel Nasser y el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
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