Este crecimiento del ave que se encuentra en el libro rojo de especies en peligro de extinción, representa un incremento de una vez y media en los últimos tres años, según comunicó al medio el Ministerio de Recursos Naturales de Rusia. La espátula menor anida exclusivamente en la isla de Furugelma, la más meridional de Rusia, donde fue registrada por primera vez en 2003. En aquel entonces, los ornitólogos solo encontraron un nido, pero con el tiempo, el número de parejas ha ido en aumento, lo que es un indicativo positivo para la conservación de esta especie.
El éxito de la población local se debe a las condiciones naturales favorables de la isla. La espátula menor es altamente sensible a la contaminación y extremadamente cautelosa, lo que ha llevado a que esta parte de la reserva marina esté cerrada al público para proteger su hábitat.
Los ornitólogos continuarán monitoreando la zona, donde también anidan otras especies de aves en peligro, como la garza blanca real, asegurando así la protección y conservación de la biodiversidad en esta región única.
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