En declaraciones al Canal 6 de televisión tras participar en un acto de entrega de autobuses procedentes de China, la mandataria aludió al intento de golpe de Estado fallido de abril de 2018, el cual provocó severos daños materiales y económicos, además de unos 200 muertos entre ellos 22 de la policía nacional.
“Quisieron destruirnos en el 2018 y, como decía el comandante (Daniel Ortega), no estábamos preparados; de verdad pensábamos que vivíamos la paz, la paz de Cristo Jesús y la paz que nuestro pueblo merecía», recordó.
Añadió que llegaron los “demonios y quisieron derrotarnos y no pudieron, no podrán, gracias a la fuerza del pueblo nicaragüense. Ahí estuvimos todos pendientes, sabiendo que íbamos a vencer porque el carácter, la identidad y la fortaleza del pueblo nicaragüense son invencibles».
Murillo calificó los días de crisis como borrascosos y terribles, porque era ver el rostro desfigurado por el odio de aquellos que habían simulado ser acompañantes en los caminos hacia el bienestar y sabían que no eran los golpistas quienes continuarían en las sendas de la paz.
La dirigente sandinista expresó que ahí la historia les demostró lo que ellos (los golpistas) no querían mostrar porque se escondían y se escamoteaban unos y otros.
“Los empresarios, los malvados y también algunos representantes de la iglesia católica, desgraciadamente, porque nosotros somos católicos, crecimos como católicos y era terrible ver ese rostro de quienes se proclamaban como líderes de la iglesia católica”.
“Recuerdo que alguien preguntó: Bueno, y en esa segunda fase del diálogo, ¿tendrían cabida los señores obispos? El Comandante les contestó con mucha sabiduría: Sí, claro, pero con la oposición, no como dirigente de un proceso que tenía que llevarnos al reencuentro y a la paz con la oposición que había causado tanto daño, tanta muerte, tanto sufrimiento, tanta destrucción, por supuesto que no», rememoró.
A decir de la gobernante, esos acontecimientos a los que calificó de perversos, sirvieron para valorar la paz, el proceso revolucionario y valorarse como pueblo valiente, heroico de Augusto Cesar Sandino y Rubén Darío.
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