Los siniestros impactaron mayormente localidades como Melchor Mencos, oriental departamento de Petén; Río Hondo, Zacapa; San Juan La Laguna, Sololá; y áreas boscosas de la capital, detalló el medio, sobre datos del Instituto Nacional de Bosques.
El Consejo de Áreas Protegidas advirtió, por su parte, que los daños son irreversibles e inciden gravemente en la flora y fauna de las áreas más impactadas.
Esta situación también pone en riesgo la vida humana, al perderse lugares boscosos y perjudicarse fuentes de agua vitales para la subsistencia, acotaron expertos de la entidad.
El portavoz de la Coordinadora para la Reducción de Desastres en el país, Juan Leureano, aseguró que continúa activo el protocolo para la mitigación de estos fenómenos, debido a la persistencia de condiciones de riesgo, como los vientos y el clima cálido.
Meteorólogos informan que continúa el ingreso de humedad, con un incremento de la nubosidad y lluvias dispersas acompañadas de actividad eléctrica por la tarde, mientras observan la formación de la primera depresión tropical.
El 90 por ciento de los incendios forestales en Guatemala –según cálculos oficiales- son provocados, principalmente, por la quema para cultivos agrícolas y también por el crimen organizado.
El Gobierno lanzó a mediados de febrero último una campaña de concientización y acción contra siniestros en aras de fortalecer la prevención y respuestas ante emergencias.
Pronósticos plantearon una temporada de incendios menos severa que la anterior, cuando el Ejecutivo se vio obligado a gestionar ayuda internacional para combatir emergencias.
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