Lo hizo luego de calificar de “teatrillo” de mal gusto la comparecencia de la exmilitante del Partido Socialista (PSOE), Leyre Díez, dentro de una compleja trama en la cual se le señala como instigadora de asuntos delicados, que recababa información comprometedora.
Díez, a petición personal, se encontró con periodistas en un hotel de esta capital para leer un documento en el que se declara inocente, sin permitir preguntas. Allí se encontró, para su sorpresa, con el empresario Víctor de Aldama, procesado por la justicia por un caso de corrupción.
En una puesta en escena muy criticada por los medios, Díez se mostró desafiante al glosar que los audios revelados ante la opinión pública, en los que pide a un empresario información comprometedora de un teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO), están manipulados.
Prometió a futuro ofrecer más detalles y afirmó que el propósito de esas conversaciones es acopiar datos para un libro que espera publicar.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, se limitó a comentar este miércoles que «todo el mundo ha visto lo que ha visto» y pidió a la ciudadanía a que «saque sus propias conclusiones.
“Una comparecencia de prensa (de Leyre Díez) en la que se levanta alguien que está en una situación procesal compleja (Aldama), porque está imputado en la cárcel y demás (…)”, mejor escuchar las opiniones de los españoles (…).
Feijóo y en general todos sus allegados en el PP, aprovecharon la situación para desbarrar de los socialistas de Sánchez y sus actuaciones como la vista hoy.
Difícilmente habrá tregua este viernes en la Conferencia de Presidentes de las Comunidades Autónomas, con sede en Barcelona. El PP pidió incluir numerosos temas en la agenda y finalmente el Ejecutivo accedió.
A priori, se contuvo la amenaza de esas comunidades de no acudir a la Conferencia de Presidentes si no se atendían sus demandas.
Sin embargo, nada indica que la cita servirá para algo en concreto, porque la polarización es tal, que el PP gana adeptos para una manifestación convocada para el domingo en Madrid en contra del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Una seguidilla de escándalos por presuntos casos de corrupción, con foco en un exministro y otrora hombre fuerte del PSOE, la esposa del jefe del Ejecutivo, Begoña Gómez, y varios funcionarios de rango, dominan el panorama político de España.
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