El hecho ocurrió en el área de emergencia de la instalación sanitaria, el más grande sanatorio del país, ubicado en esta capital.
Según versiones de prensa, el paciente fue dado de alta, pero se negaba a abandonar el hospital. En medio de forcejeos intentó agredir al agente policial con un soporte metálico de suero.
En un comunicado, el sindicato expresa «profunda solidaridad» con el personal de la emergencia, de vigilancia y con los pacientes que fueron testigos de la «atroz situación».
«Este trágico episodio nos interpela como colectivo y nos obliga a reflexionar: ¿Estamos realmente preparados para brindar atención y contención adecuadas ante este tipo de situaciones?», cuestiona el comunicado de la UTHC.
Y se pregunta: ¿tenemos las condiciones, como hospital, para ser referentes en salud mental?, ¿a qué estamos expuestas y expuestos las y los trabajadores de la salud en estos contextos?».
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