En su cuenta en la red social X, el mandatario indicó que “lo sucedido en Colombia es repudiable desde todo punto de vista. No se puede llegar a tales extremos por radicalismos que afectan la democracia como sistema.”
También recordó que trató hace muy poco al congresista en una vista al istmo y apuntó a reglón seguido “mucho futuro por delante.
Ojalá logre recuperarse de esa dura prueba. Lo deseo en nombre de todos los panameños”.
El senador se debate hoy entre la vida y la muerte, tras ser baleado la víspera, mientras daba un discurso de campaña en la localidad de Fontibón, en el oeste de esta capital, y en condición crítica ser trasladado a un centro asistencial para someterlo a una intervención quirúrgica.
Pocos minutos después del suceso las fuerzas del orden detuvieron a un menor de 15 años como el presunto tirador y se anunció el inicio de una investigación exhaustiva en torno al evento.
El hecho suscitó de inmediato una ola de rechazo generalizado en el país y de solidaridad con el candidato presidencial desde todas las corrientes políticas.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro ordenó priorizar todas las acciones institucionales necesarias a fin de garantizar la seguridad y esclarecer lo sucedido.
Uribe Turbay no es un desconocido para la sociedad colombiana.
Es nieto del expresidente Julio César Turbay (1916-2005), quien gobernó entre 1978 y 1982, e hijo de Diana Turbay, una periodista que en 1990 fue secuestrada por “Los Extraditables”, un grupo de narcotraficantes del Cartel de Medellín liderado por Pablo Escobar, y asesinada cinco meses más tarde en un intento de rescate.
Su padre es Miguel Uribe, quien se desempeñó como concejal de Bogotá por el Partido Conservador entre 1988-1990 y senador por esa misma agrupación entre 1990 y 1991.
También fungió como director en Bogotá del partido Centro Democrático, donde hoy milita su hijo.
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