Entre 59 candidaturas de 23 países, el jurado no dudó en concederle la distinción a Mary-Claire King (Chicago, 1946), entre muchos méritos, el de identificar los genes que causan algunos tipos de cáncer de mama y ovario hereditarios.
Con Argentina, tuvo un capítulo extraordinario para con las Abuelas Plaza de Mayo. Se valió del uso de la genética dental para identificar a personas desaparecidas.
Empleó el método, luego reconocido como “índice de abuelidad”, para vincular a decenas de niños desaparecidos y robados por la dictadura militar argentina con las Abuelas de la Plaza de Mayo.
Además, sobresalió por haber demostrado que los humanos y los chimpancés son genéticamente idénticos en un 99 por ciento.
De acuerdo con detalles ofrecidos por la Fundación Princesa de Asturias, la actual profesora de la Universidad de Washington, asimismo logró con sus descubrimientos indicar la influencia que tienen algunos factores genéticos en el desarrollo de algunas enfermedades infantiles, la esquizofrenia o la sordera hereditaria.
Es el séptimo de los ocho lauros que se entregarán en octubre próximo en Oviedo, capital de Asturias y en este caso, busca poner en valor el trabajo de la investigación, descubrimiento y/o invención en la astronomía y la astrofísica; las ciencias médicas, tecnológicas, de la Tierra y del espacio; las ciencias de la vida, la física, las matemáticas y la química.
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