En un comunicado divulgado por la Presidencia, el jefe de Estado remarcó que los hombres y mujeres que integraban la comitiva no portaban armas ni intereses ocultos.
“Llevaban medicinas, alimentos, esperanza. Llevaban, sobre todo, un mensaje claro: la dignidad humana no se bloquea, la solidaridad no se detiene, el derecho a vivir no puede ser confiscado por ninguna potencia”, refirió el gobernante.
Añadió que la labor de estos debe ser reconocida y protegida.
“El mundo necesita más voces que, sin cálculo político, se pongan del lado de lo humano. Colombia no es indiferente. Nuestra historia y nuestra Constitución nos obligan a rechazar el genocidio, el castigo colectivo y la indiferencia cómplice”, sentenció.
A continuación, pidió actuar en solidaridad con la situación que viven hoy los gazatíes.
“Actuar es urgente. Callar sería ser partícipes. Desde este gobierno levantamos la voz por los niños que mueren de hambre, por los hospitales sin insumos, por una población sitiada que solo pide lo mínimo: vivir”, remarcó el presidente.
Consideró asimismo que La Flotilla de la Libertad representa lo mejor de la humanidad.
“En su esfuerzo vemos reflejados los valores de justicia, de paz y de resistencia no violenta. Insto a la comunidad internacional a no mirar hacia otro lado, y exigir el respeto innegociable a las misiones humanitarias. La neutralidad frente al horror no es neutralidad: es respaldo al opresor”, concluyó el comunicado.
Hace una semana las fuerzas de seguridad israelíes interceptaron el buque Madleen, perteneciente a la Flotilla de la Libertad que iba rumbo a Gaza en un intento por socavar el bloqueo israelí sobre el enclave palestino.
El grupo de defensa de los Derechos Humanos Adalah, que conforma la defensa legal de los activistas, confirmó el traslado a Jordania de los últimos tres de los integrantes de la flotilla que quedaban en custodia en Israel.
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