Con apoyo del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), la operación, realizada en regiones de los estados de Paraná, Santa Catarina, Río Grande do Sul y Sao Paulo, desmanteló un esquema con conexiones hacia Uruguay y Argentina.
Se ejecutaron 11 mandatos de búsqueda y aprehensión, y se realizaron cinco detenciones en flagrante en municipios como Blumenau, Itajaí, Foz do Iguaçu, Gravataí, Cachoeirinha, Marau, Santos, Itaquaquecetuba y la capital paulista.
Los implicados coordinaban el transporte de aves, reptiles y mamíferos desde Brasil hacia el exterior mediante rutas en la frontera de Uruguaiana, municipio de Rio Grande do Sul, operando estructuras clandestinas con jaulas y venta en grupos privados.
En la cruzada se decomisaron 18 aves, siete tortugas sin documentación, tres armas de fuego sin registro, además de evidencia de maltrato animal.
La investigación en curso desde 2023, a raíz de una denuncia de la organización son fines de lucro Freeland Brasil, reveló que los animales eran transportados en condiciones inadecuadas, lo que provocaba alta mortalidad durante las rutas.
Entre los cargos figuran delitos por tráfico internacional de fauna, asociación criminal, falsificación de documentos públicos, contrabando, corrupción, posesión ilegal de armas y maltrato animal.
Durante abril y mayo se intensificaron operaciones contra este tipo de organizaciones criminales que atentan contra la biodiversidad brasileña.
Pesquisas anteriores en Paraná y Santa Catarina ya habían revelado sofisticadas redes que usaban mensajería instantánea, aplicaciones de entrega y cuentas bancarias de testaferros para traficar cientos de animales exóticos, incluidos mamíferos y reptiles.
Este caso encendió las alarmas por las implicaciones ambientales: el tráfico de animales silvestres no solo amenaza especies nativas, sino que también aumenta el riesgo de zoonosis, erosiona la diversidad genética y desestabiliza ecosistemas enteros.
La detención de 16 presuntos integrantes de una red internacional de tráfico de animales representa un paso significativo en la lucha contra el crimen ambiental.
Autoridades reforzaron que la operación forma parte de una estrategia amplia para desarticular toda la cadena de criminalidad.
La investigación sigue en curso, con nuevas órdenes pendientes y cooperación de la Policía Internacional (Interpol) para identificar a los cabecillas detrás de esta red transnacional.
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