El Ministerio para Relaciones Exteriores denunció en un comunicado que esos actos agresivos constituyen violación flagrante del Derecho Internacional y de los principios que rigen la Carta de las Naciones Unidas.

Alertó que la “agresión injustificada contra instalaciones estratégicas sometidas a salvaguardias internacionales plantea una amenaza real a la estabilidad regional y sienta un precedente sumamente peligroso que podría desencadenar una catástrofe con impacto global”.

La República Bolivariana respaldó los pronunciamientos de China y Rusia, y advirtió que “la comunidad internacional tiene la responsabilidad urgente” de actuar con unidad y determinación para frenar las irresponsables amenazas, proteger la paz y restablecer la legalidad internacional.

“Frente al riesgo creciente de una crisis mayor, Venezuela hace un llamado a todos los Estados que apuestan por la diplomacia y la estabilidad a movilizarse en favor de una solución pacífica, respetuosa de la soberanía de las naciones y del principio de no intervención”, resaltó el texto.

El Gobierno bolivariano respaldó plenamente las acciones adoptadas por Irán en defensa de su soberanía, de su integridad territorial y de la seguridad de su pueblo, en ejercicio legítimo de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

La nota oficial reafirmó su convicción de que “solo el multilateralismo, el respeto al Derecho Internacional y la cooperación internacional”, permitirán evitar una escalada destructiva y garantizar una paz duradera para los pueblos de Asia Occidental y del mundo.

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